Reseña de la obra de Rosario Troncoso, "Tapar los espejos" por Miguel Sepúlveda.
En una sociedad en la cual lo superficial es lo importante, lo que aparentas tener es lo que vales, ya no hace falta ni tenerlo, donde las raíces y la tradición son palabras vacías y antiguas. Es muy de agradecer una pausa en esta frenética lucha y que un poemario nos haga recapacitar sobre los sentimientos, sobre el valor de pararse y mirar atrás para reflexionar sobre como reponerse del amor y sus consecuencias cuando no son las esperadas. La poeta en cuestión busca generar raíces a través de los ancestrales Haikus para aprender de la tradición y regarla con sensibilidad regenerada a partir de la experiencia de vivir y sobreponernos aunque el mundo nos enseñe las uñas y se nos revuelva.
La autora gaditana Rosario Troncoso nos invita en su última obra, publicada por Bajamar ediciones, a que vigilemos nuestras emociones, nuestro espíritu y que no nos reflejemos en los espejos sin haber vivido antes lo necesario para aguantar nuestra imagen sin arrepentirnos de lo vivido. Eso es lo que ha logrado ella a través de una impactante combinación de versos donde abre al lector su alma, hasta el punto de poder abrazarla y comparte con nosotros su obra más madura de esta genial poeta.
Nos abre el camino un acertado prólogo de Eduardo Cruz Acillona donde en pocas líneas nos invita a la lectura sosegada y atenta desde el primer Haiku con los cuales empieza. Una arriesgada propuesta hoy día por una vuelta a la más ancestral tradición. Desde el origen donde la poeta nos muestra una firme intención de seguir con paso firme hacia adelante, tras su última publicación En el corazón, escamas, y avanzamos a lo largo del libro a través de la tristeza, la decepción, la sensualidad y el coraje que nos refleja la autora hasta el Vaticinio último donde nos hace ver que queda Rosario Troncoso para mucho tiempo aunque salga herida de esta batalla busca curarse las heridas para volver a recuperar las alas perdidas.
Rosario se da cuenta de lo más importante en esta vida, los sentimientos y el amor, no necesariamente en ese orden y aunque no siempre salga como nos gustaría, sacamos la conclusión a través de esta obra que debemos aprender a base de sufrir y vivir y no de los momentos vanos y superfluos, debemos vivirlas y ver las cicatrices reflejadas en los espejos cuando llegue el tiempo de destaparlos. Cuando en la sociedad de la imagen y la superficialidad aparecen obras como Tapar los espejos donde la humanidad, la experiencia, la pedagogía y la esperanza en un futuro, a pesar de lo que la vida nos tenga preparado que espere, debemos descorchar una buena botella de vino y sentarnos en una pacificadora luz tenue a dejar que la vida vaya pasando alrededor nuestra mientras leemos la última obra de Rosario.
Miguel Sepúlveda.
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TítuloReseña de la obra de Rosario Troncoso, "Tapar los espejos" por Miguel Sepúlveda.