VINE A MADRID A MATAR A UN HOMBRE QUE NO CONOCÍA (BELTENEBROS-A. MUÑOZ MOLINA)
Vine a Madrid a matar a un hombre al que no conocía…
Estaba harta de todas las cartas discriminatorias que me llegaban todos los días y necesitaba descubrir quién era el inútil que me las mandaba.
Después de tantos meses recibiendo esas cartas, había acumulado tanto odio hacia esa persona anónima, que solo quería que su vida acabase por mi culpa. Por muy cruel que sonara, era lo que necesitaba.
Quería llegar al fondo del asunto y acabarlo de una vez por todas. Quería saber de qué me conocía, ya que yo no conocía a nadie de tan lejos. Quería saber que le había hecho yo para que me odiase tanto.
Tenía como objetivo averiguarlo, por mucho que me costara y por más tiempo que tardara…Lo iba a hacer.
Paula Ortiz Aragón
1º ESO-IES Fernando Quiñones (Chiclana de la Frontera)
Vine a Madrid a matar a un hombre al que no conocía…
Ella me lo había encargado, lo único que sabía de él era su nombre, donde tenía que buscarlo y más o menos cómo era físicamente, ya que me había hecho una breve descripción sobre su pelo y altura.
Lo teníamos todo perfectamente planeado pero en el último momento, me vine abajo.
Quería irme con la conciencia tranquila, así que, después de matarlo, acabé con mi vida.
Alba Martínez Soto
3º ESO-IES Sancti Petri (San Fernando)
Vine a Madrid a matar a un hombre al que no conocía…
Pero qué le voy a hacer, ese es mi trabajo, ser una asesina a sueldo. Mi nuevo cometido era acabar con la vida de un policía que mató al sobrino de su compañero.
Si cumplo y me sorprenden, promete sacarme de la cárcel en menos de cinco años.
Me conviene matarlo de manera que no haya pruebas y que nadie sepa quién lo hizo, ni por qué, pero como siempre, se me olvida coger los guantes de la mesa en la que los dejé.
Por eso, la policía ha dado conmigo y me encuentro corriendo por la Gran Vía, siendo perseguida. No sé cómo ni cuándo pero han conseguido atraparme. En este momento, me giro para ver su cara y quedo asombrada…Era la persona que me había contratado.
Daniela Raposo Mateos
3º ESO-Colegio SAFA San Luis (El Puerto de Santa María)
Vine a Madrid a matar a un hombre al que no conocía…
No recuerdo si llegué a matarlo, de hecho, no recuerdo nada de ese día. Solo sé que estoy en la cárcel, encerrado sin saber qué hice ayer.
Ayer tuve un día normal, supongo. Trabajo, casa, perro, gato, pájaro, etc. Luego salí para ir a por el pan y por el camino me encontré a alguien que me regaló un permanente.
Mi cuerpo empezó a pesar y dejé de sentirlo cuando caí al suelo. Desperté en un sótano oscuro en el que vi a otra persona, una mujer atada a la silla y un hombre. Bueno, en verdad no lo sé, al igual era un perro por cómo hablaba. Creo que la mujer era hombre. No lo sé.
Me dijo que cogiera el cuchillo y lo matara, mientras me apuntaba con un arma. Me negué y sin ningún esfuerzo apretó el gatillo. No recuerdo nada, me desperté en la celda de la cárcel sin saber por qué ni cómo.
Me dijeron que me había vuelto loco, que estuve corriendo, tenía alucinaciones y destrocé una farola, una papelera y dos coches amarillos. Todo por culpa del marcador permanente. Gracias a él estoy en la cárcel por diez años.
Nunca debí comprarlo. Mi duda es si me creerán lo que le cuento, mi versión de los hechos. Seguiré buscando soluciones y mientras tanto escribiré esta novela para contar lo que verdaderamente pasó y enterarme de si, realmente, fui capaz de matar a alguien.
Aylén Bodeman Ortega
4º ESO-IES Sierra de la Luna (Los Barrios)
Vine a Madrid a matar a un hombre al que no conocía…
Él no era John, al menos el John que recordaba.
El antiguo John era despiadado, egoísta, prepotente. Uno que había amargado mis cuatro años de instituto con numerosas burlas y reproches sobre mi aspecto físico. Un John por el cual me había tenido que mudar de casa, de barrio, de ciudad. Aquel rubio que había jurado matar si el destino lo volvía a encontrar.
Pero a mi frente, se encontraba un total extraño. Un amable joven que me sonreía mientras me ayudaba a levantarme. Un John que me preguntaba si estaba bien y me acompañaba a la enfermería para evitar daños mayores.
Toda esa furia que había residido en mí se esfumó como un simple recuerdo del pasado. Sonreí y me dormí en la camilla. Este iba a ser un buen año…
Iria Riveiro Nieto
3º ESO-Colegio SAFA San Luis (El Puerto de Santa María)
Vine a Madrid a matar a un hombre al que no conocía…
Todo lo que me habían ordenado era viajar hasta Madrid para asesinar a un padre de familia que trabajaba en una tienda de ropa.
No entendí bien el motivo por el cual querían su muerte, pero en la llamada me dijeron que no dudarían en asesinar a toda mi familia y seres queridos si no cumplía con la orden.
Me habían soltado que era gente cercana a mí y conocían a la perfección mi vida.
Yo, al instante, entré en pánico y no dudé en marchar hacia allí. Mi familia era lo único que tenía y lo perdería todo si desaparecieran.
Empecé a ver que el mundo estaba loco y ya todo me resultó muy normal, incluso matar a un hombre. Si total, no lo conocía de nada.
Supongo que es así como nacen los asesinos…
Daniel Gamero Quignón
4º ESO-IES Virgen de la Esperanza (La Línea de la Concepción)
Vine a Madrid a matar a un hombre al que no conocía…
Me arrepiento, y mucho, lo maté, y lo peor fue que mi mente estaba consciente. Me sentía diferente, como si no fuera yo. Cometí una estupidez pero ahora que lo pienso, si hace falta lo volvería a hacer, aunque no como ayer.
No cometeré los mismos fallos. No quedará ni un solo rastro. Arrasaré con todos lo que sospechen algo.
Quizás no sabía quién era, pero sí sabía que esa mirada no conllevaba alegría. Si le dejaba vivo, él me destruiría, lo veía en sus ojos, y yo no podía hacer nada. Sé que me perseguirá con su espíritu hasta el más allá…
Marina Bianca Sace Olmedo
2º ESO-IES Caepionis (Chipiona)