Con la emoción a flor de piel y una sala abarrotada, María Yfeu volvió a pisar el escenario sevillano con Haz lo tuyo, su nuevo trabajo discográfico. El concierto de anoche en la Sala Malandar fue mucho más que una presentación: fue un reencuentro con su esencia, una invitación a transitar sus emociones más profundas a través de un sonido tan libre como honesto.
Anoche, la Sala Malandar de Sevilla fue testigo del regreso de una voz que ya es imprescindible en el panorama musical nacional. María Yfeu, la joven artista sevillana de 22 años, volvió a los escenarios de su ciudad tras más de un año de silencio para presentar su segundo álbum, Haz lo tuyo. Y lo hizo con una madurez musical desbordante, dejando claro que su arte no entiende de etiquetas ni de moldes.
A las 21:30 en punto, con la sala llena de un público expectante y entregado, María Yfeu apareció sobre el escenario envuelta en una atmósfera tenue y onírica. Bastaron unos pocos acordes para que el silencio se hiciera cómplice del inicio de un viaje sonoro íntimo, emocional y profundamente personal. Desde el primer tema, quedó claro que Haz lo tuyo no es solo un disco, sino una declaración de principios.
La propuesta de Yfeu se movió con elegancia entre el jazz, el pop melancólico y la música de autor, construyendo un sonido que huele a verdad. Temas como “La medida justa” o “Todo lo que no dijimos” se deslizaron con naturalidad, como cartas abiertas que hablaban de ausencias, amistad perdida y el anhelo de lo esencial. Su voz, a ratos susurrante, a ratos poderosa, recordó por momentos a Fiona Apple o Hope Sandoval, pero con una impronta genuinamente propia.
Acompañada por una banda sólida —con Diego Portugal en las guitarras y Dani Molina a los teclados—, Yfeu mantuvo el equilibrio perfecto entre la sofisticación instrumental y la emoción directa. Hubo espacio también para momentos más crudos y eléctricos, como en “Haz lo tuyo”, el tema que da nombre al álbum y que resonó como un himno de autoafirmación.
La puesta en escena, sobria pero cuidada, dejaba todo el protagonismo a la música y a una María que, sin artificios, logró conectar con cada rincón de la sala. El público, que oscilaba entre jóvenes curiosos y melómanos veteranos, respondió con una atención casi reverencial, premiando cada canción con un aplauso cálido y sostenido.
Cerca del final, Yfeu agradeció emocionada la acogida en su tierra: “Este disco empezó en mi casa, maquetando con cuidado cada detalle... pero hoy es cuando realmente cobra sentido”. Y sí, anoche su universo encontró eco en el corazón de Sevilla.
Con Haz lo tuyo, María Yfeu se reafirma como una de las voces más originales y necesarias del circuito independiente español. Y si algo quedó claro en la Sala Malandar, es que su camino no ha hecho más que comenzar.