La presidenta de la Academia de Artes Escénicas del España, Cayetana Guillén-Cuervo, señala la necesidad de que «se oiga la voz del sector»
La ensayista Remedios Zafra y la ctriz y directora de la Royal Central School of Speech and Drama de Londres, Josette Bushell-Mingo, resaltan la capacidad de la creación escénica como elemento de integración
El Teatro del Soho CaixaBank de Málaga ocupa el primer análisis dedicado a los espacios escénicos como ejemplo de iniciativa privada
Con la intención de «que se oiga la voz del sector», el foro Futuraescena aborda desde esta mañana en Matadero Madrid la situación en este ámbito creativo, al tiempo que busca «hacer más fuerte la telaraña, la red de apoyos, respeto y cariño» de los implicados. Así lo ha señalado la presidenta de la Academia de las Artes Escénicas de España (AAEE), Cayetana Guillén-Cuervo, quien ha remarcado la importancia de «aprender, estar juntos y generar espíritu crítico», además de fomentar el sentido de «pertenencia» y concienciar sobre «la importancia de las herramientas de las artes escénicas» en la sociedad.
La reivindicación ha continuado en la ponencia marco de la jornada inicial, a cargo de la ensayista e investigadora del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Remedios Zafra. «Las artes escénicas son una herramienta poderosa para transformar y humanizar la sociedad», ha sentenciado la especialista en cultura contemporánea. Estas manifestaciones culturales, ha insistido, ayudan «a ver la realidad de otras maneras y abren espacios para nuevos paradigmas y a crear espíritu crítico». A todo ello, ha añadido, se suman otras virtudes, como su contribución a «la cohesión social y la participación e implicación comunitaria» —una cualidad importante en un mundo marcado por la tiranía de las pantallas— o sus «efectos positivos en la salud mental».
Remedios Zafra, autora de El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital, ha invitado a desmontar mitos en el terreno laboral de las artes escénicas, esa idea del amor al arte que lleva a «romantizar la precariedad», algo que «debería ser inadmisible», y ha reclamado «nuevos derechos laborales, pagos justos y cuidado de los trabajadores» en un sector que sufre «violencia burocrática y tristeza administrativa» por tener que dedicar a trámites administrativos el tiempo que deberían centrarse en la creación.
La actriz y directora de la Royal Central School of Speech and Drama de Londres, Josette Bushell-Mingo, ha puesto de relieve otra cualidad de las artes escénicas también apuntada por Remedios Zafra: su contribución a la inclusión. En la escuela que preside, ha anotado, hay alumnos que hablan en 17 idiomas, incluida la lengua de signos: «debemos vivir y trabajar con la diversidad, inclusión y la igualdad».
Convencida de que el acceso a la creación es «un derecho humano», desde su anterior cargo como directora del teatro sueco Riksteatern, Josette Bushell-Mingo ha convertido la defensa de «los derechos civiles, lingüísticos y artísticos de la comunidad de personas sordas» y de otros colectivos potencialmente excluidos en un pilar de su tarea.
En esta primera jornada del encuentro también se reivindicaron los espacios escénicos de distintos tipos, a través de la charla entre la directora del Teatro del Soho CaixaBank de Málaga, Aurora Rosales, y la directora del Festival de Teatro Clásico de Almagro, Irene Pardo. En el encuentro inicial en torno a «El futuro de los espacios escénicos» se ha hablado del modelo privado capitaneado por el actor Antonio Banderas. Un ejemplo singular, tal como ha resaltado Irene Pardo, de inversión en este campo fuera del circuito habitual de Madrid y Barcelona.
El caso de Banderas encierra «un sueño»: el de una persona que tras 40 años de cine y de haber vivido en Hollywood se compra un escenario, «no como negocio», y se convierte en «mecenas de su propio proyecto» para que las personas que quieran dedicarse a las artes escénicas no tengan que irse de Málaga, ha relatado Aurora Rosales. La responsable del espacio ha dado algunas claves de su funcionamiento, basado en «programación y producción de la mayor calidad posible» para hacer viable un proyecto sin financiación pública, nacida desde lo privado y con apoyo de patrocinadores también privados.
Previamente, en el acto inaugural ha intervenido junto a Cayetana Guillén-Cuervo el que fuera primer presidente de la AAEE, José Luis Alonso de Santos, quien ha celebrado la convocatoria del encuentro para reflexionar sobre el futuro, el presente y el pasado, sin olvidar, ha remarcado, el «material principal» de las artes escénicas, que no es otro que «las viejas verdades del corazón».
El acto de apertura ha contado también con la intervención del consejero del consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco, que ha recordado su vinculación con la AAEE, así como el papel fundamental de la cultura en otros ámbitos de su área, ya que los turistas acuden a Madrid motivados en un 70% por la oferta cultural. De Paco animó a la organización de Futuraescena a recoger ideas tanto para conmemorar el centenario de la Generación del 27 como para definir las ayudas al sector, y a elaborar un documento anexo a las actas del foro para indicar lo que puede hacerse desde la Comunidad «para mejorar las AAEE en los próximos diez años».
En un encuentro que reúne hasta el jueves a más de cuarenta especialistas en artes escénicas en Matadero Madrid, el director artístico de este centro cultural ha dado la bienvenida a los participantes de unas jornadas pensadas para «evolucionar, crecer y entendernos», ha indicado en sintonía con las palabras de la presidenta de la AAEE.
El encuentro Futuraescena está organizado por la Academia de las Artes Escénicas de España, con la colaboración de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid y con la complicidad de Matadero Centro de Creación Contemporánea y la Asociación de Diseñadores de Madrid (Dimad).