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REVISTA CULTURAL BLANCO SOBRE NEGRO


 

Reversos, la original exposición de las traseras de los cuadros.

WMonjaarrodillada

La exposición puede verse en el Museo del Prado hasta el 3 de marzo de 2024

Reconozco que cuando hace casi dos meses, tuve noticia de la celebración de esta exposición, pensé en la falta de imaginación de los responsables de la Pinacoteca Nacional, que carentes de recursos, habían montado una exposición para mostrar los reversos de muchas obras pictóricas.

Craso error el mío. REVERSOS es una delicia de exposición que sorprenderá a quien la visite antes del 3 de marzo de 2024, porque muestra el tesoro oculto de muchas obras pictóricas.

Las traseras de muchos cuadros no tienen nada digno de destacar, sólo presentan los bastidores y otras maderas que mantienen la estructura de la obra pintada en el lienzo. Pero hay casos, maravillosos casos, en los que los reversos de las obras albergan misteriosas palabras como "cielo", "cuerpo humano (o bosque)", "telón" y "fachada de casa".

En otras ocasiones encontramos esbozos primigenios de la obra que finalmente el artista plasmó en el anverso. En otros hay sellos, direcciones y textos que denotan los viajes que las obras han realizado desde que salieran del estudio del pintor.

Mi sorpresa fue mayúscula cuando encontré en la exposición, cuadros con pinturas en el reverso, que rivalizaban con las que se mostraban en el anverso, es decir que la cara B competía con la obra que supuestamente era la razón de ser de aquel lienzo.

Muy interesantes me resultaron los cuadros que en su trasera incorporan largos textos legales en los que denotan que han sido cedidos, regalados o heredados.

Pero el que más llamó mi atención fue una pequeña obra, en tamaño, el lienzo pintado por Martin van Meytens, titulado “Monja arrodillada” y datado en 1731, cuyo reverso, que se puede ver gracias a un indiscreto espejo, muestra a la misma novicia orante... con las nalgas desnudas, cuadro que tenía el embajador de Suecia en París en su gabinete de aseo y mostraba solo a algunas amistades.

En definitiva, REVERSOS es una exposición tridimensional, que nos permite cruzar el umbral como “Alicia en el país de las maravillas”, para adentrarnos en otra dimensión de lo que está oculto en ellos, pero que es absolutamente importante y que forma tanto parte de la obra como su superficie pintada.

Si pueden, no dejen de ver esta exposición, comisariada por Miguel Ángel Blanco.

Por últimos dos comentarios para los responsables del Museo del Prado:

Uno. Resulta cansina la prohibición de realizar fotografías sin flash, a las pinturas. En un mundo digitalizado, en el que las publicaciones en las redes sociales contribuyen a un mayor conocimiento de las obras de arte, de las exposiciones y de los museos, el obstinado planteamiento de la Pinacoteca Nacional es arcaico y va contracorriente.

Dos. No es de recibo que en todo el Museo del Prado no haya una zona habilitada para recargar los móviles.

Pepe González Arenas