PUBLICIDAD

REVISTA CULTURAL BLANCO SOBRE NEGRO


 

María, Madre De Dios por Carmen Torronteras

inmaculada

Dios te Salve, María. Llena eres de la Gracia de Dios. Pedazo de Cielo en la tierra. Muestra de su infinito Amor y Misericordia.

Eres Bendita entre todas las mujeres porque tu corazón es bendito y tu alma es la extensión del Espíritu de quien nos creó.

Bendita y ninguna otra comparable a ti porque tu fruto es Fruto complaciente del Padre.

Eres Puerta del Cielo, Madre de Dios, y por su Amor, Madre de todos, que tiende la mano para la Salvación que se llama Jesús.

Dios te Salve, María. El Señor es contigo. Bendita tu eres entre todas las mujeres.

Llena eres de la Gracia del Padre. Tanto es así que naciste Inmaculada, sin culpa de pecado original. Ni tampoco de pecado en el mundo. Sufriste inmensamente junto al Hijo y por ser, tu, Celestial, y no mundana, como cualquiera de nosotros, derramaste humildad celestial y con ella asumiste el mensaje de Dios. Todo por Amor a sus criaturas.

Siempre humilde, Virgen María, igual a tu Hijo, Jesucristo. Fuiste concebida sin pecado, por obra y Gracia del Espíritu Santo.

Santa María, Madre de Dios, elegida entre los elegidos, la tuya no fue una vida mundana, ni lo es tu misión, ni lo es tu destino de Madre Salvadora y Corredentora de esta humanidad que ha olvidado que somos hijos de Dios, creados para vivir en el Edén que cada día transformamos en infierno.

Cualquiera de tus advocaciones es la rememoranza de la Madre de Dios que por su infinito amor nos protege como Madre nuestra. Sin Pecado Concebida es uno de los Dogmas que brillan ante su Luz. Sin Pecado Concebida. Nada es imposible para Dios.

El Hijo se encarnó por obra y Gracia del Espíritu Santo no habiendo en el mundo otra criatura merecedora de llevarlo en su vientre, más que María, Reina de los Cielos.

Su concepción divina, por obra del Espíritu de Dios, semejante a la de su Hijo. No podía ser de otra manera.

Madre sin la marca del pecado original de Adán y Eva. Hija predilecta del Creador. Hecha de su imagen, sin podredumbre humana. Alma santa, elegida y bendecida por el Padre.

Bendita entre todas las mujeres, por los siglos de los siglos.

La humildad de María no es ignorancia sino la mayor de las virtudes. La virtud más santa de las almas de Dios.

Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, Vida y Dulzura y Esperanza nuestra.

Por las venas de María corre la Divina Sangre de Jesús. Corre el Espíritu del Padre.

María obediente al Plan Divino, Madre de los Apóstoles, Madre de los discípulos, Madre de todos, Servidora amante del Padre, amorosa Madre de los pecadores, Corredentora de la humanidad, como Madre Amorosa a petición de su Hijo.

Dios te Salve, María. Llena eres de Gracia.

Dios te Salve, María, Madre de Dios, y por amor, Madre nuestra.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva.

Después del destierro en este mundo, que no es el reino de tu Hijo, en este lugar, que no es nuestro verdadero hogar, fruto bendito de tu vientre, ruega por nosotros. Madre nuestra.

Sine Labe Concepta.

Septiembre, año del Señor 2023, Sevilla. (Garabandal)