El reguetonero puertorriqueño Myke Towers ofreció este martes 4 de junio un concierto apoteósico en la Plaza de España de Sevilla, dentro del Icónica Santalucía Fest. Ante un público entregado, repasó sus mayores éxitos y presentó temas de su nuevo álbum La Pantera Negra en un espectáculo que confirmó su lugar entre los grandes nombres del género urbano. Una noche de música, energía y comunión colectiva que quedará grabada en la memoria de miles.
El reloj marcaba las 22:00 horas y la Plaza de España ya no era solo un monumento; era un templo del ritmo. Myke Towers, uno de los pesos pesados del reguetón actual, aterrizó en el Icónica Santalucía Sevilla Fest con una misión clara: confirmar que el género urbano puede, quiere y debe ocupar los espacios más emblemáticos del mundo.
16.000 personas abarrotaron el recinto, un aforo que impresiona tanto por la cifra como por el entorno. No todos los días uno baila reguetón bajo columnas renacentistas y cúpulas que han visto pasar generaciones. Y esa mezcla —la piedra noble y el perreo contemporáneo— fue uno de los grandes logros de la noche.
Un arranque sin tregua
Towers apareció en escena con una seguridad contagiosa, sin necesidad de presentación pomposa. “Si Se Da” fue la apertura, y en apenas segundos el público ya coreaba como si llevara una hora cantando. Desde ese instante, el ritmo fue implacable. Sonaron temas como “Bandido”, “La Playa”, “Travesuras” y “Girl”, y cada uno fue recibido con una ovación más ensordecedora que el anterior.
El sonido, impecable. La iluminación, vibrante. El cuerpo de músicos y coristas, sincronizados con la intensidad que exige un artista que, aunque joven, ya es un veterano de los escenarios.
“Lala”: el éxtasis colectivo
Uno de los puntos culminantes del concierto fue, sin duda, cuando sonó “Lala”, su éxito viral que explotó en redes como TikTok. La Plaza entera, desde las primeras filas hasta los balcones más alejados, vibró como una sola voz. Era imposible no mirar a tu alrededor y ver sonrisas, móviles en alto y un mismo estribillo compartido por miles.
Y es que Myke no solo canta: sabe leer a su público, modular la intensidad, jugar con los silencios y ofrecerles lo que han venido a buscar. Pero también les regala algo más: presencia, agradecimiento y autenticidad. En varias ocasiones se dirigió directamente al público sevillano: “Qué sitio tan brutal para cantar. Gracias de corazón, Sevilla”, dijo, visiblemente emocionado.
“La Pantera Negra” también rugió
En su repertorio no faltaron novedades. Myke presentó varios temas de su último trabajo, “La Pantera Negra”, un álbum más maduro, cargado de sonidos experimentales y colaboraciones de alto calibre. “Adivino” y “Degenere” destacaron especialmente por su producción en directo, con visuales de alto voltaje y una narrativa escénica que elevó el show a otro nivel.
Aunque el peso del espectáculo recaía en Towers, la banda no fue mera acompañante. Cada bajista, teclista y percusionista tuvo su momento de protagonismo, lo que se agradece en un género que a menudo relega la música en vivo a un segundo plano.
Un cierre por todo lo alto
La recta final fue un festival de hits. “Celos”, “Ulala” (con Daddy Yankee) y la explosiva “Hora Cero” marcaron el adiós con sabor a bis. Y aunque el artista no regresó para una segunda ronda, el público se quedó satisfecho. Más que satisfecho: eufórico.
Myke Towers demostró que no solo es un producto del algoritmo, sino un performer en toda regla. Capaz de mover masas, de llenar de sudor y alegría uno de los espacios más bellos de Europa, y de hacer del reguetón algo más que fiesta: un fenómeno cultural global.
Un festival que no deja de crecer
La organización del Icónica Santalucía Sevilla Fest volvió a estar a la altura, consolidando su apuesta por una programación diversa que combina grandes nombres del pop internacional, la música electrónica y, como anoche, los nuevos reyes del urbano. La apuesta por Towers no solo fue certera, sino visionaria: el reguetón ha llegado para quedarse. Y Sevilla lo ha recibido con los brazos abiertos.