La capital andaluza volvió a teñirse de arcoíris con una celebración del Orgullo LGTBIQ+ que convirtió a la ciudad en epicentro de la diversidad y la música en el sur de Europa. Con la Plaza de España como telón de fondo, miles de personas se congregaron para disfrutar de conciertos, desfiles y actividades que mezclaron alegría, activismo y memoria.
Una celebración orgullosa en un lugar emblemático
Lo que en otras noches acoge óperas o conciertos sinfónicos, ayer vibró con una energía completamente distinta. La Plaza de España se tiñó de arcoíris, no solo en iluminación, sino en ambiente. Público diverso, banderas multicolores y mensajes de igualdad llenaron el espacio desde primera hora de la tarde, dando paso a un espectáculo que fue mucho más que música.
Chanel encabeza una noche de poderío y visibilidad
La estrella principal de la noche fue Chanel, que conquistó el escenario con su fusión de pop latino, coreografías impecables y una actitud empoderada que conectó de inmediato con el público. Su actuación, cargada de mensajes a favor de la libertad y la diversidad, fue uno de los momentos más celebrados del festival.
Le siguió el DJ set de Laura Gallego, que aportó un giro original con su propuesta entre el flamenco y la electrónica, y la actuación vibrante de Kuve, el proyecto liderado por Maryan Frutos, que aportó energía pop‑rock con tintes emocionales. El artista local Álvaro Mayo también se subió al escenario, reivindicando con orgullo sus raíces y su identidad queer.
Icónica Sevilla Fest abre sus puertas al Orgullo
Con esta cita, el Icónica Santalucía Sevilla Fest —conocido por acoger a figuras como Loreena McKennitt, Patti Smith o Vetusta Morla— dio un paso firme hacia la inclusión real, cediendo su espacio más simbólico a una causa social y cultural de enorme relevancia.
El evento fue impulsado por el propio festival junto al Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Igualdad, y forma parte de una extensa programación dedicada al Mes del Orgullo, con más de 30 actividades por toda la ciudad.
Un modelo de colaboración entre cultura y derechos
El éxito de la noche de ayer demuestra que los grandes escenarios también pueden ser espacios de lucha, memoria y celebración diversa. Sevilla no solo celebró una fiesta: reafirmó su papel como ciudad abierta, comprometida y orgullosa de su gente.