REVISTA CULTURAL BLANCO SOBRE NEGRO


 

Literatura

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Sucedió en Belén, ..... No en Escandinavia (Crónicas de Hispania) por Carmen Torronteras

Blanco Celestial

Una Estrella deslumbrante y envolvente guiaba e iluminaba el pesebre. Su inimaginable blancura apuntaba EL LUGAR. Un Ángel señalaba la escena celestial: la infinitud del firmamento desvelaba el mayor de sus secretos. Un coro de ángeles entonaba una melodía de aleluyas. Una mula y un buey proveían de calor el trono del Rey. El mundo, frío e inhóspito, ignoraba al creador de cada una de sus maravillas. Una comitiva de corazones humildes, obedientes a la llamada de un coro ángeles, menospreciados por quienes así mismos se consideraban poderosos, eran testigos de la escena del Cordero recién nacido en una Noche de Paz y Amor ante quien sucumbe la Mentira. Unos sabios astrónomos y astrólogos, obedientes también a la llamada recibida por sus corazones, fueron conducidos por la Estrella de Belén hasta el Rey, nacido lejos de los poderes efímeros de este mundo caduco.

Y junto al Rey recién nacido para nosotros, el mejor de los padres, José, y la mejor de las madres. María. Cobijado entre ellos yacía sobre un trono de paja La Luz del mundo, El Camino, La Verdad y La Vida. Su Luz blanca, celestial e incomparable nos arropaba a todos.

ESTA NOCHE, EN LA CIUDAD DE BELÉN, NOS HA NACIDO EL SALVADOR.   

Rojo Comercial

Desperté angustiada sin saber por qué. Me asomé a la ventana. Las calles iluminadas con bombillas de dibujos geométricos, copos de nieve, ciervos….  Apenas había recién terminado Noviembre y las calles eran una feria.  

El olor a azufre se anticipó a unas sombras que se esparcieron inadvertidas entre la mayoría de los que caminaban por la calle. Sus esperpénticas siluetas adoptaban la forma de una luz inexistente y falsa. Un engaño atrayente. Una trampa para atraer moscas. Las oscuras sombras usaron disfraces diversos para ocultar al Niño de Luz y a cualquiera de los que fueran testigos de Su Grandeza. Las sombras sobrevolaban espacios y tiempos. Los sabios fueron ocultos de la memoria por un orondo anciano vestido de rojo, de largas barbas blancas, trepador de chimeneas. Con aquel señuelo las sombras pretendían borrar a Dios del corazón del hombre. Así trataban de hacer olvidar el verdadero sentido de la Natividad. Y a quien es su Único protagonista. Dicen que aquel gordo anciano era un inmortal que cada 25 de Diciembre traía la Navidad, y no viceversa. Las sombras extendieron el invento de un anglosajón neoyorkino que usaba como falseada caricatura a un insigne santo bizantino, llamado Nicolás. Ese comerciante malintencionado inventaba el personaje para publicitar una bebida refrescante. De esa sociedad inventora de mentiras convenientes, preocupada por lo material, no por lo verdaderamente humano, surge el personaje que sustituye el pesebre, la Sagrada Familia y el Rey.

Las sombras se esparcieron pasando desapercibidas para las almas dormidas. Sus esperpénticas siluetas se disfrazaban de una luz inexistente y falsa. Los magos parecieran ser un espejismo y la esperpéntica caricatura vestida de rojo se convirtió en la realidad más absoluta. El cine hollywoodiense transforma en espectacular lo pequeño y convierte lo incierto en la certeza más absoluta. La magia del cine. La propaganda. La magia de la mentira transforma la invención en realidad. Así son los mercaderes. Las sombras oscuras bailan con las mentiras. La tierra de Belén se transforma en nieve polar, los camellos a Belén en renos de tierras frías, los ángeles por piñas y coronas, el pesebre en un árbol nevado de Escandinavia, el blanco pureza por el rojizo de la publicidad de Coca Cola.

Las sombras se esparcieron pasando desapercibidas para las almas dormidas. Sus esperpénticas siluetas se disfrazaban de luz inexistente y falsa. Se esparcieron sin que apenas se hubiera notado, con la intención de borrar a Jesús del corazón de los hombres.

Las sombras se esparcieron para demoler el verdadero significado de la Navidad……, porque teme estar en presencia de la Luz. La Natividad no es la compra compulsiva ni la duplicidad de las mismas.  La Navidad es regresar a la inocencia de la infancia para que Jesús pueda habitar en nuestro corazón.